El espacio público, el espacio de todos, debe ser entendido como un complejo entramado de capas que parten desde la dimensión más tangible y perceptible —la dimensión físico-espacial— desde la cual se desprenden las dimensiones vivenciales, representacionales y políticas que configuran en su totalidad al espacio público como espacio de socialización. Es así que desde su dimensión física el espacio público es el elemento más importante de la estructura urbana desde el cual se articula la ciudad y desde la cual se determinan la condición del habitar, entendida no solo como permanecía estática, sino como estrecha relación entre espacio físico y estructuras sociales culturales y políticas. 

Desde lo morfológico entendemos el lugar de la actual Alcaldía como parte de un gran oasis dentro del tejido residencial del sur de la ciudad, un sector compuesto por equipamientos comunitarios, equipamientos deportivos y conjuntos de vivienda de altura media que dejan como resultado dentro de él grandes vacíos carentes de estructura.  La Nueva Alcaldía representa la oportunidad y el primer paso en la consolidación de uno de los conjuntos institucionales mas importante del suroriente de Bogotá.  Además de ser un hito por naturaleza, el humilde papel de la nueva Alcaldía a escala metropolitana, es recomponer el tejido espacial y propender por la integración de los elementos primarios, por la definición de sus bordes y de su carácter referencial. 

A través del Proyecto respondemos a dos condiciones aparentemente opuestas:  Una sugerida por el carácter programático y simbólico de una Alcaldía, que determina una plaza cívica o espacio público de naturaleza compacta y pétrea; la otra condición dada por los valores del sitio y por las decisiones de implantación, que sugieren un espacio urbano blando, un parque que consigue aprovechar la vegetación existente y abrirse amigablemente al programa cultural del proyecto.  El patrimonio edificado en el sitio, “La futura Casa de la Cultura Los Comuneros” resuelve la transición entre los dos espacios. Al mismo tiempo el proyecto apuesta por la configuración de un frente claro y legible sobre la Avenida Primero de Mayo, respondiendo de manera franca a la informalidad del Barrio ejido residencial al sur de la Alcaldía.